Hace algún tiempo planeaba con OttO nuestra vida. En unos 6 años nos casaríamos y dos años después tendríamos hijos, más o menos cuando yo tenga 28 y el 30. Antes de eso viviríamos solos, cada uno en su departamento propio. Después, cuando nos casemos y compremos un departamento común, y dejaríamos los otros a nuestros padres o los alquilaríamos.
Tal vez para algunas personas esto es soñar demasiado, ir más allá y construir ilusiones que después no se puedan realizar y nos suman en la más profunda tristeza.
Yo no creo eso. Yo creo que de ilusiones esta hecho el mundo y las personas que en el vivimos.
Yo creo que debemos soñar, volar, imaginar.
Debemos dejar volar nuestra imaginación lo más que podamos y luego aterrizar tolas las ideas para convertirlas en metas y objetivos, porque la mayoría de las ideas puede convertirse en realidad si nos proponemos hacerlo. Y la mayoría de cosas grandes nacieron de un sueño iluso.
Hay que planear. Pero no de manera rígida y sin posibilidad a cambio. No. Debemos trazar una línea base de lo que queremos a la que podamos agregarle (o quitarle) todo lo que queremos e irla modificando de acuerdo a los rumbos y cambios que tenga nuestro presente.
Y si en esos planes no estamos solos sino acompañados, mejor. Y si además, planeamos juntos, mucho mejor.
Solo debemos cuidar una cosa. Si planeamos de a dos siempre debe existir un plan B (basado en la línea base que tenemos) que nos permita seguir nuestro camino solos.
Uno siempre piensa que una relación es para siempre, y yo también lo pienso, pero como todo en esta vida es eterno y debemos estar preparados para todo.Todo sucede por una razón. Aprendamos a cambiar nuestros planes de acuerdo a los sucesos que nos advierten el mejor camino, porque siempre existe más de un camino por escoger. Pero eso sí, nunca dejemos de soñar, de imaginar y de proyectar nuestras vidas. El día de que dejemos de hacerlos ya nada tendrá sentido y estaremos listos para morir.
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