lunes, 20 de agosto de 2012

Estado mental de hoy: gris

No sé que siento, simplemente no se que siento. No sé que pensar, no sé que sentir, no lo puedo describir ni clasificar. No puedo ponerle un nombre, no puedo. No sé cómo se llama esta mezcla de sensaciones y sentimientos.
¿Cómo describes algo que ni tú mismo entiendes? ¿Cómo explicas que cosa es lo que te molesta? ¿Qué cosa es lo que te hace sentir… así?
¿Pero así como? Así pues. No lo puedo explicar. No puedo explicar lo que siento. No puedo explicar si estoy triste, angustiada, molesta, resignada, o una mezcla de todo eso. Eso es lo que no puedo explicar.
Es bien fácil explicar la alegría. O estás alegre o no. O estás contento o no. O te hace feliz o no.
Pero cuando el sentimiento es el opuesto (no sé si necesariamente opuesto) no solo es blanco o negro, más bien es gris. Y el gris es indefinido. Hay muchos tonos de gris. Es feo sentirse gris, en medio de un montón de sentimientos… raros, indefinibles, indescriptibles, inclasificables, grises.
No es el invierno, va mucho más allá. No es un estado físico, es un estado mental. Es una consecuencia de mis decisiones racionales. Entonces, ¿por qué tengo sentimientos por decisiones racionales?, ¿puedo seguir racionalizando todo para dejar de sentir? No! No puedo, sigo sintiendo, y puedo encontrar todo muy racional, pero me sigo sintiendo… así. Y no lo puedo describir. No lo puedo racionalizar… y creo que al final, eso es lo que más me molesta.

lunes, 6 de agosto de 2012

El otro día comencé a filosofar: ¿Por qué trabajamos?

Por trabajar estoy dejando de hacer las cosas que me gustan… pero espera… y si no trabajara… entonces como hago para pagar las cosas que me gustan… porque todo en esta vida cuesta y sin plata no se puede vivir…
Corolario: Trabajamos para ganar dinero y podernos pagar las cosas que nos gustan…
Tan simple como eso… ummmm ahora entiendo porque decían eso de “haz lo que te gusta y nunca tendrás que trabajar” pero… y que pasa si con lo que te gusta hacer no puedes ganar dinero… o si?

viernes, 3 de agosto de 2012

Ordenando mi cuarto - Primera etapa

Parecía una labor titánica, casi imposible. Creo que por eso no me atrevía a comenzar. Pero ya era hora. Hace muuucho tiempo que mi cuarto necesitaba que lo ordene. Y cuando digo “necesitaba” es porque realmente lo necesitaba.
Así que comencé. Pedí un poquito de ayuda con la limpieza (soy alérgica al polvo y necesito que alguien limpie por mí) y empecé a revisar un cerro de papeles que tenía acumulados hace meses.
Gracias a ese cerro de papeles me di cuenta que hacia 2 años (si, 2 AÑOS) que no ordenada. Que horror, estoy empezando a sentir vergüenza de mi. El hecho es que empece y ahora todos esos papeles están guardados o botados.
Esa fue la primera parte, ahora tengo que armarme de valor y ganas para la segunda.... :S

jueves, 2 de agosto de 2012

Cuaderno de metas


Hace algún tiempo comencé a hacer un ejercicio. Cogí un cuaderno y comencé a escribir todas las cosas que quería hacer. Escribí todos mis planes, mis metas, mis miedos y algunos pasos que tenía que hacer para conseguir lo que quería. El otro día reencontré ese cuaderno y comencé a leer todo lo que había escrito, y me di cuenta de cuánto había logrado en este tiempo.
Desde que comencé a escribir esas hojas hasta ahora que las he vuelto a leer han pasado unos 7 meses (asu, que rápido que se pasa el tiempo…) y muchas de las cosas que me propuse hacer no las he hecho L. Sin embargo, si he intentado hacerlas pero por diferentes motivos no se dieron. Algunas no dependían sólo de mi, y los factores externos hicieron que no se den. Otras las hice con ligeras modificaciones y otras simplemente no las hice… pero aun están dentro de mis pendientes personales.
Debo admitir que me sentí algo deprimida luego de darme cuenta que la mayoría de cosas que quería hacer no las hice. Pero también debo admitir que lo tal vez lo que necesitaba era eso… darme cuenta que fui demasiado floja para comenzar a hacer las cosas que demandaban más esfuerzo. Así que comencé por uno de mis pendientes más antiguos… ordenar mi cuarto. Y esta vez ya empecé!